Él, un hombre sumiso y entregado, obediente, cornudo, devoto dde su pareja, su Ama, la que comparte su tiempo y sus juegos con otros sumisos en sesiones en las que se impone -Ella impone- una jerarquía en la que primero está Ella, la Dama Dominante, a continuación un "sumiso-alfa", corneador y devoto también de su Diosa y Ama, y por último él, el cornudo humillado.
En apenas un minuto cuanto morbo!!! No creo que el pobre cornudo haya hecho nada malo, no creo que se haya atrevido a desobedecer a su Diosa, es simplemente que su ama goza haciéndole sufrir, infringiéndole dolor. Ella disfruta humillándolo, vejándolo duramente porque con eso se corre, se excita. El sufrimiento del cornudo, el verlo arrodillado y recibiendo la corrida del corneador en la cara le pone húmedo el coño que le empieza a babear.
El corneador es sólo la correa de transmisión de esa relación Ama-cornudo, pero también disfruta en su cometido, porque es masturbado personalmente por la Dama para por fin eyacular sobre la cara del cornudo.
Un poco más de un minuto. Véanlo.
