"SOY CORNUDO... Y QUE...?", relato de "Palmeras Verdes"

Hola.

Hoy traigo un relato, es de un sumiso sissy de Domina Erika a la que llamo y me humilla en su linea 803. La sissy se llama "Palmeras Verdes", y lo más morboso es que tengo órdenes de Domina Erika de obedecer a su sissy si se pone en contacto conmigo y dar debida cuenta de lo qur pase en este blog.

Así haré, como Ella me ordena. Mientras tanto la obedezco ahora publicando su morboso relato que yo ilustro con un video. Quien sabe si el próximo video que yo publique sea un video real mio siendo humillado por su sissy.

SOY CORNUDO... Y QUE...?

Un dia recibió una llamada de un antiguo admirador que la citó en un lugar para platicar y me pidió permiso y la idea me calentó la verga, que se me puso bien dura.

Pues yo desde hace un tiempo he soñado que otro hombre le haga el amor a mi linda mujer que tiene unos pechos maduros y caídos excitantes... unas piernas finas y largas...  y un trasero ajustado y fenomenal.
Ella le devolvió la llamada contestando que si, y se vieron en el lugar pactado y después de que mi esposa llegó me lo comentó todo y cada vez que me decía algo de lo que habían comentado el miembro se me hacia mas largo y mas gordito, siempre bajo las braguitas de encaje.

A tal grado me calenté que le dije que si le proponía ir a un hotel a que se la follara fuera y ella me dio un beso de contenta pero a la vez me dijo que estaba nerviosa pues de pensar que otro hombre la tocara le parecia mal, mejor dicho diferente.

Pero yo le dije que a mi me excitaba la idea nada mas de pensarlo (y convertirme en un cornudo travesti, consentido). Después hicimos el amor y yo le dije que me lo hiciera pensando y diciendo el nombre de su ex que llamaremos Miguel. Ella después de un rato gritaba como loca su nombre y diciendo todo lo que le haría en el motel cuando fueran.
Pasaron los dias y nuevamente llamó y la cita se dio. Yo la llevé en el coche al centro de la ciudad y la dejé unas calles antes del lugar donde se vería y llegando a la casa me la imaginaba haciendole el amor a Miguel y gritando como loca, como una viciosa y mas aun, cuan morbosa y salida.

Mientras tanto yo en casa en braguitas, con la verga bien excitada me estaba masturbando nada mas de imaginarme todo lo que mi mujer hacia con su amante, con el consolador vibrando, muy dentro de mi vagina anal....

Al tiempo después,  ella llamó y yo la fui a recoger al lugar que me dijo. Al llegar a casa lo primero que hice fue sentarla en el sofá y le abrí su coñito que aun venía caliente y llena de leche. Le dije que no se bañara para revisar que si lo habia hecho con el pues en un principio no le creia.

Su coño aun oloroso a leche venia tapada con un pedazo de papel sanitario, el que le quité y le empezé a chupar toda su cosita con mi lengua y ella me empezó a contar todo lo que habia hecho con Miguel, en el motel.

A la vez, yo le seguía mamando su panocha bien mojada, en braguitas y suje... que se orinaba de ganas y de placer.

Me contó todo...  con mas pelos que señales.... Que llegando allá él se bajó los pantalones y enseguida mi mujer le  metio la mano en su parte, que casi enseguida se mojó y despues ella le bajó su bóxer de macho , muy macho  y tocó su bien empalmado miembro que despues de un rato ya tenia en la boca y él estaba chupando su conchita mojada.

Posterior a eso la cogió de la cintura y la puso en posición de perra, como le gusta a ella sentirse, con las piernas bien abiertas y gozando de su grueso y largo pene.

Mientras ella me contaba yo me escurría en su boca y ella seguía orinandose en mi boca, pues estábamos recreando lo que él había realizado...

La siguiente parte de su encuentro con el corneador me dijo fue de pura penetración y explosiones de semen en su conchita, una y otra vez. Me estuvo diciendo que en la tarde que se fue, como de 4 horas, fueron mas de 4 veces la follo bien follada...
Y me dijo : El si que sabia follar, no como tu, que eres mi maricona...

Al terminar de hacerlo él se bajaba a limpiar su coño con su lengua y le preguntaba que si yo no me daría cuenta y ella le dijo que yo sabia donde estaba y el no lo podia entender.

No podía comprender como yo le habia dado el permiso, cuando ella me dijo esto yo estaba introduciendo mi pene una y otra vez en su vagina hasta que me vine como loco.

Despues de haberlo hecho ella me comentó que la verga de Miguel le habia gustado y que quería volver a tenerla, y yo le dije que cuantas veces quisiera le daria el permiso de entregarse a él, y la proxima aventura se la contaré en otra ocasión.

Ahora soy un cornudo feliz pensando las veces que mi esposa se folla esa gran verga y luego me lo cuenta todo, follamos muy rico después de esas historias tan calientes que me relata.