Entregado amorosamente a su Ama, este sumiso que la desea más que a nada en el mundo, sabe que solo es capaz de obedecerla y someterse a Su Voluntad, la cual no discute. Su Bella Ama, sabedora del deseo que el gusano siente por Ella, lo humilla permitiéndole únicamente tener sexo con sus pies y sus botas, las cuales mancha con su ofrenda y que luego limpia con su lengua con mucha devoción y cariño.
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