lunes, 13 de octubre de 2014

La sumisión a la Dominación Femenina como terapia

No sé si a alguien se le hubiera ocurrido plantear las practicas de Dominación Femenina/sumisión masculina como una terapia a aplicar a tarados perversos (esos si) que se dedican a la violencia doméstica contra la mujer, o violencia de género -no me gusta etiquetar esa barbaridad-.

Lógicamente quienes practicamos, creemos y seguimos una conducta coherente con la Supremacía Femenina -y lo hacemmos desde la cordura pasando por la reflexión, es decir no padecemos una patología psiquiátrica- sentimos no solamente un gran respeto hacia la mujer, en general, sabiendo valorar a nuestras esposas, madres, hijas, hermanas, amigas... como lo que son, mujeres, sino que además nos comportaos hacia ellas con un respeto dificil de entender desde otra óptica folosófica que no sea FemDom.

Entended que practicando FemDom como un juego de pareja -llevándolo al límite que queramos llevarlo en consenso con ella- estamos alimentando ese respeto hacia el sexo femenino que por desgracia no disfrutan de forma natural los degenerados agresores sobre quienes si podríamos claramente una psicopàtía.

Bien sea nuestra forma de vida habitual (24/7) o bien le dediquemos unos ratitos en nuestra intimidad, bien en el entorno de la pareja bien en el de nuestra vida social, la prácctica del FemDom sería equiparable a cualquier sana costumbre como la de hacer ejercicio, comer verduras o leer una hora al dia.

Sabed también que entregarse enteramente a una Mujer que por castigo te va a insultar, humillar, azotar, escupir o violentar no va a menoscabar tu dignidad, si no más bien al contrario. Saldrás nuevo de una sesión con tu Ama con una mayor autoestima, sabiéndote útil -por servil- a loss caprichos de tu Ama.

Tal vez esté delirando, será el hachís. ¿O tal vez no?



Fiesta con Domina Nath en Alicante

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